Según la publicación especializada El Economista; un año y medio después del estallido de la pandemia, el tejido productivo aún no ha logrado engrasar la maquinaria para recuperar los niveles precrisis tanto de actividad como de tamaño en términos de número de compañías de alta en el sistema. Concretamente, la medida la ofrece el dato arrojado recientemente por la Seguridad Social que registró a finales del mes de junio casi 63.000 empresas de con menos de 50 trabajadores me[1]nos que antes de la crisis.
Sin duda, pymes y autónomos son los grandes afectados de la pandemia pues en los últimos 18 meses se han visto obligados a afrontar cierres totales de sus negocios, limitaciones a la actividad y la movilidad. Y todo ello, según las cifras que manejan los expertos hace que los autónomos de la hostelería y el comercio –los sectores más afecta[1]dos por estas restricciones–, habrían perdido en esta primera mitad del verano al menos un 60% de los ingresos registrados en el mismo periodo de 2019.
Concretamente, esta situación la acusan más de siete de cada diez (75%) trabajado[1]res por cuenta propia, según las cifras recogidas por UPTA, entidad representante del colectivo. Ante esta situación, dentro del listado de empresas que se encuentran de alta en la Seguridad Social, se observa como de nuevo son es[1]tas pequeñas sociedades las que más han tenido que echar el cierre. De las que se componen por un so[1]lo trabajador se registran a mes de junio de este año 51.786 menos, mientras que las que cuenta con de 2 a 6 trabajadores son 9.296 menos que antes del estallido de la pandemia.
Mientras que aquellas con plan[1]tillas de entre 6 y 50 trabajadores son 1.622 compañías menos. De hecho, solo las compañías de más de 500 trabajadores pueden dar por resuelta la crisis, ya que se contabilizan en nuestro país 54 más que antes del estallido de la pandemia, sumando. 2.415 sociedades. Es decir, si antes del comienzo para el 99,2% de toda la destrucción de tejido productivo en pandemia. Punto muerto Así, los autónomos califican la situación económica de “punto muerto”, ya que la quinta ola está impidiendo la recuperación económica y la facturación en hostelería y comercios sigue siendo un 60% menor que en el verano de 2019. “Las restricciones que están padeciendo muchas comunidades autónomas por causa del Covid-19 están haciendo que los peores presagios se cumplan y que los autónomos sientan como pasa el verano sin que mejore la situación de sus negocios”, lamentan desde UPTA en relación a las restricciones impuestas en ciertas zonas con alta incidencia, principalmente en localidades costeras y de actividad turística, por el repunte de contagios experimentado en las últimas semanas, sobre todo entre la población más joven.
Desde UPTA apuntan el 76% manifiesta una bajada de facturación media con valores cercanos al 60% respecto al 2019, el 17% señala que ha perdido menos del 30% de facturación con respecto a 2019 y so[1]lo el 7% reconoce una recuperación total de la facturación