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Fuente: elcorreo.com

La subida de los costes por la inflación y el previsible endurecimeinto de las condiciones para acceder a un crédito en plena subida de los tipos de interés vuelven a poner en jaque el negocio de las pequeñas y medianas empresas, que ya llegan lastradas además del impacto que ha tenido la pandemia en sus márgenes de beneficio.

«Hay sectores que se están recuperando muy bien, como turismo y hostelería, pero otros como el textil o los vehículos caen en picado», advierte Fernando Santiago, presidente de los Gestores Administrativos. Desde el sector calculan que unas 700.000 empresas presentan actualmente problemas de liquidez, con cerca de 100.000 en situación de quiebra técnica.

Financiación

En su trato diario con estas empresas, Santiago advierte que también se han detectado problemas con las renovaciones de los préstamos avalados por el ICO que se concedieron durante la pandemia. «La banca empezó a recorta porque no se fía de las garantías del Estado y se han puesto trabajas en las renovaciones», insiste. Según los cálculos de estos expertos, el 25% de pequeños y medianos negocios cuentan con un ‘ICO Covid’. «De ellos, el 85% han encontrado dificultades en los bancos para ampliar los plazos de amortización recogidos en el Código de Buenas Prácticas del sector», insiste Santiago.

Denuncia además que, aunque «hay cosas que el Gobierno ha hecho bien con los fondos europeos como el desarrollo del Kit Digital», las ayudas de los Next Generation no están llegando a las empresas. Entre otras cosas, porque las mismas se enfrentan a una carga burocrática muy compleja que, para muchos colectivos, es prácticamente inaccesible, también por el mal planteamiento del proceso de digitalización de la Administración Pública, según denuncian los gestores.

En este entorno en el que la financiación será más cara y los costes siguen creciendo, los gestores administrativos alertan de que muchos negocios se están pasando a la economía sumergida «para poder sobrevivir». Ante esta situación, solicitan al Gobierno que imponga mecanismos efectivos para dar oxígeno a las pymes. Entre sus propuestas, mayores rebajas de impuestos y, sobre todo, que no se eliminen los incentivos o bonificaciones a los pequeños empresarios.

«La situación está muy mal. Estamos en unos tiempos en los que la legislación no favorece a pymes y autónomo y el problema es que, además de los que han cerrado, no entran emprendedores de verdad; las nuevas empresas que se crean es porque se encuentran con las puertas del mercado laboral cerradas y no les queda otra», expresa Santiago.

A pesar de que los datos de evolución del mercado laboral siguen dando signos de fortaleza, el presidente de los gestores administrativos critica que «digan lo que digan, cada vez se trabajan menos horas, aumentan los contratos a tiempo parcial, el 70% de la contratación sigue siendo pública… a nivel privado no se mueve nada».

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